Últimamente me ha dado por ponerle canela a todo lo que pasa
por mis manos: té con canela, café con canela, pechuga con canela…bueno vale,
eso último no, pero no lo descarto teniendo en cuenta la época “canelil” que
estoy teniendo.
Total que hoy entre estudio y estudio me he puesto a hacer
unos cinnamon rolls, unos rollos de canela pero que dicho en inglés queda como
más cool. Aprovechando que había que dejar reposar bastante rato, me iba a
estudiar y al rato volvía y hacía el siguiente paso y así sucesivamente. Vamos,
que he pasado una tarde súper entretenida entre mis rollos y mis ejercicios de econometría.
La receta la he sacado del blog dulceyazucarado y he
modificado alguna cosita, pero está muy bien explicado y creo que han quedado
geniales (ya me he comido 3 en el poco tiempo que llevan hechos).
Ingredientes:
- 250ml de leche tibia
- 25g de levadura fresca
- 100g de harina de fuerza
- 75g de mantequilla
- 100g de azúcar
- 2 huevos
- 550g de harina de fuerza
Mezclamos la leche, la levadura y los 100g de harina de
fuerza y dejamos reposar durante unos 15 minutos. A continuación ponemos la
mantequilla, el azúcar y los huevos en un cuenco (o en la Kenwood como es mi
caso o Kitchenaid) y mezclamos. Añadimos la mezcla que habíamos hecho
anteriormente y la harina y continuamos mezclando con el gancho hasta que esté
todo integrado.
Tapamos el cuenco con papel film y dejamos reposar una hora
y media.
Pasado ese tiempo estiramos la masa formando un rectángulo y
lo pintamos de mantequilla derretida. Espolvoreamos canela y azúcar al gusto y
dejamos que se seque un poco (si lo enrollamos rápidamente corremos el riesgo a
que nos chorree por todas partes) y enrollamos.
Cortamos los rollos y disponemos en una bandeja de horno,
dejando una separación de unos dos centímetros porque luego se acabaran
juntando.
Dejamos reposar una hora más o menos que ya los rollos estarán
juntitos y horneamos durante 15 minutos a 180ºC.
Si queremos podemos pintar los rollos con huevo antes de
hornear para que queden más brillantes o podemos hacer un glaseado con azúcar glass
y unas gotitas de agua y pintarlos cuando salgan del horno (es lo que he hecho
yo). Si no queremos glaseado no pasa nada, yo he dejado 3 a parte sin glaseado
ni huevo ni nada y estaban de vicio.
Los rollos están espectaculares, quedan súper esponjosos y están
de muerte. Al paso que vamos (porque no soy la única que hace paseos a la
cocina, que mi hermana también está al acecho de los pobres rollos con la
escusa de “he cogido el pequeño”) no va a quedar ni uno para desayunar mañana.
Tendré el blog un poco paralizado durante dos semanas, pero volveré
pronto que se la lista de cosas por hacer es cada vez más larga. Besos de
canela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario