El 14 de febrero lleva mirándome un par de días desde el
calendario y me grita: ¿piensas hacer algo romántico para mi día o qué? Y yo lo
único romántico que he conseguido hacer son unos gofres con forma de corazón.
La verdad es que no soy muy fan del señor Valentín, aunque
me apunto a cualquier cosa cuqui con corazones y flores, pero este año estoy especialmente
vaga y voy retrasando ese momento hasta que sea estrictamente necesario.
Estos gofres fueron un poco improvisados, pero como tienen
forma de corazón los incluyo como receta para San Calcetín (que me perdonen los
devotos de este día, pero ayyyyy, no lo puedo evitar).
Ingredientes:
- 250g de harina
- 1 sobre de levadura
- 2 cucharadas de azúcar
- 2 huevos
- 300ml de leche a temperatura ambiente
- 80g de mantequilla derretida
- 1 chorrito de extracto de vainilla
Mezclamos los huevos, la leche, la mantequilla y el azúcar. A
continuación añadimos la harina, la levadura y el chorrito de vainilla y
mezclamos hasta que sea una masa homogénea. Y ya tenemos lista la masa para la
gofrera. Con esas cantidades han salido 7 tandas de gofres, unos 35 en total,
pero son muy finitos y os podéis comer tres o cuatro sin remordimientos (o
casi).
Y eso es todo por hoy. A ver si me animo mañana o pasado y
hago algo romanticón que en el fondo lo estoy deseando.
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