Hola hola! Vuelvo a las andadas ahora que tengo un poco más
de tiempo y lo hago con la mejor receta del mundo mundial. ¡La cheesecake
perfecta! ¡¡Y la salsa de caramelo secreta aún más perfecta!!
La verdad es que me encantan las tartas de queso sean como
sean: sin horno, con horno, con fresa, con frutos del bosque…y podría seguir
así mucho rato porque me vuelven loca. Y el fin de semana preparé la mejor de
las mejores, tan tan tan genial que tuve que repetirla al día siguiente.
Tenía la receta en mi libreta de pendientes, pero hice la
mitad porque me parecía mucha cantidad para los que éramos. Pongo la receta
entera porque seguro que la repito muchas veces y en cantidades industriales.
Para la base:
- 130g de galletas
- 50g de mantequilla
- 1 cucharada de azúcar
Antes de empezar precalentamos el horno a 180ºC. Trituramos las
galletas que pueden ser del tipo que queramos (yo la primera vez usé tostadas y
la segunda integrales, pero podemos usar también digestive o las napolitanas
con canela y no le añadiremos el azúcar o las que nos apetezca la verdad) y
mezclamos con el azúcar. A continuación añadimos la mantequilla previamente
derretida y mezclamos todo bien. Ponemos la mezcla en un molde desmoldable con
forma redonda, cuadrada, rectangular, de corazón…(¡va a quedar genial igual!) y
alisamos bien con una cuchara. Dejamos reposar en la nevera mientras hacemos la
otra parte.
Para la tarta de queso:
- 600g de queso crema tipo philadelphia
- 170g de azúcar
- 230ml de nata liquida
- 4 huevos
- 2 yemas
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
Mezclamos el queso con el azúcar a velocidad mínima durante
medio minuto. A continuación añadimos la nata y continuamos batiendo a velocidad
mínimo. Después agregamos los huevos uno a uno, hasta que no se integre uno no
añadimos el siguiente, y las yemas. Por último añadimos la cucharadita de
extracto de vainilla.
Vertemos la mezcla en el molde con la base de galletas y
metemos en el horno a 180ºC durante 10 minutos. Después bajamos la temperatura
a 100ºC-120ºC (depende de vuestro horno que cada uno es un mundo) y lo dejamos
durante una hora. Pasada la hora volvemos a subir a 180ºC y dejamos 10 minutos
o hasta que empiece a estar doradito. Sacamos del horno y dejamos enfriar fuera
hasta que podamos meterlo en la nevera.
Y ahora os voy a hablar del ingrediente mega perfecto para todo…¡¡la salsa de caramelo!! Os prometo que está tan buena que
os comeríais el bote entero a cucharadas y querríais más. Y es tan fácil que
pienso pasarme todo el año haciendo salsa de caramelo.
Para la salsa de caramelo:
- 200g de azúcar blanca
- 80g de mantequilla
- 120ml de nata liquida
Ponemos el azúcar en un cazo grande y calentamos removiendo
de vez en cuando hasta que el azúcar se haya derretido por completo. Dejamos en
el fuego sin remover hasta que coja un color ámbar y añadimos la mantequilla (mucho
cuidado al añadir la mantequilla que burbujea) removiendo con unas varillas. Cuando
esté todo incorporado retiramos del fuego, añadimos la nata y seguimos batiendo
hasta que esté todo bien mezclado. Si queremos podemos hacer salted caramel
añadiendo en este punto sal en escamas y también queda genial.
Después pasamos el caramelo a un bote y dejamos enfriar
hasta que lo podamos meter en la nevera.
Os podría decir que aguanta varias semanas en la nevera,
pero es que os lo vais a acabar antes. Incluso buscareis excusas como hacer
tortitas para ponerle salsa de caramelo.
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